Del ejercicio libre y espontáneo de los dones y talentos por parte de los seres humanos, cada uno los suyos, todos igualmente divinos e importantes, y de la interacción entre las personas con base en esos talentos surge una nueva economía. Tan nueva que, más que “eco-no-mía”, debe ser denominada “eco-sí-nuestra”. Se trata de la Economía de los Dones (ECODON), que se fundamenta en el disfrute de la Abundancia.
Sí, ¡de la Abundancia!, que es lo que caracteriza a la Madre Tierra, el Cosmos y la Creación. Es cierto que el sistema vigente impone el paradigma de la escasez. Pero es una falacia. La escasez es algo ilógico y anti-natural. Su única razón de ser radica en el empeño egóico de unos pocos, muy pocos, en apropiarse de la riqueza social y colectiva y acumular en sus manos los recursos y bienes que son de todos. Y para disfrazar su egoísmo, promueven un sistema de creencias en torno a la escasez. Sin embargo, nada es escaso en la Creación, en el Universo, en el planeta… Ni los alimentos ni la energía, ni ninguna otra cosa… La Abundancia es lo Real. Y en ella se desarrolla el gozo de cada cual derivado de practicar y compartir sus dones y talentos y una novedosa forma de interactuar entre los seres humanos como consecuencia de ello. En este escenario, el impulso y realización de los proyectos emprendedores que las personas sientan desde su interior será expresión y responderá al despliegue de sus respectivos dones. Y no se buscará el enriquecimiento o beneficio propio, sino que se contribuirá, incluso sin pretenderlo, a la mejora de las condiciones de vida y el avance tecnológico y consciencial de la Humanidad en su conjunto y sin excepciones, en simbiosis y armonía con la Naturaleza y la Madre Tierra. Todo esto es precisamente lo que mucha gente y bastantes emprendedores están ya percibiendo y desarrollando desde el Corazón… Sobre estos nuevos pilares, la Humanidad se transformará a sí misma en lo que ya es, aunque todavía no lo recuerde: una espléndida y potentísima Red Sostenible y Creativa que se despliega en el gozo de la Vida y en el discernimiento de que esto, gozar la Vida, es el único motivo de la existencia en cualquier plano y Dimensión… Compartir y distribuir los recursos y la riqueza según las necesidades de cada cual son los flujos que nutren y expansionan esta Red y los cimientos en los que se asienta la ECODON.
El mercado financiero, que ejerce el dominio a escala planetaria, es sólo la manifestación exterior de una élite perfectamente organizada
La mutación del sistema socioeconómico no se ha producido por casualidad. Todo lo contrario: ha sido provocada y dirigida por los mismos que se han beneficiado de la denominada crisis y ejercen el dominio a escala planetaria sobre ciudadanos, empresas y Estados, sometidos todos a la nueva esclavitud de raza de deudores y a la especulación global y cortoplacista. ¿De quién o quiénes se trata? Los dirigentes políticos y los medios de comunicación se refieren con frecuencia a los “mercados” cual sinónimo de algún tipo de poder que obliga a los gobiernos y a la sociedad a seguir sus directrices económicas y políticas. Sin embargo, es bastante obvio que no son los “mercados” en general (de materias primas, de bienes, de servicios, el laboral,…) los que imponen su ley, sino uno muy particular y específico: el mercado financiero, que es el propio del dinero y su dinámica especulativa. ¿De qué está conformado el mercado financiero? Pues de una extensa y diversificada batería de corporaciones (bancos, fondos de inversión, agencias de “rating”, compañías de seguros, operadores en los mercados bursátiles, de bonos y de divisas,…) en pleno y avanzado proceso de concentración mercantil a escala internacional. Todas ellas participan de una idéntica y particular ideología, que tiene como pilares el binomio especulación/globalización y la práctica del “todo vale” para ganar lo más posible en el menor tiempo posible. Y cuentan con el apoyo y la complicidad de los bancos centrales emisores del dinero (Banco Central Europeo, Reserva Federal Norteamericana, Banco de Japón, Banco de Inglaterra, etcétera)- y de los organismos económicos internacionales (FMI, Banco Mundial…), que se han especializado en el chantaje a los Estados -te presto y facilito fondos y ayudas siempre que tu política sea la que yo te indico- para que ajusten a las pautas e instrucciones fijadas por el mercado financiero… Ahora bien, este mercado y las entidades que lo configuran son sólo la manifestación exterior –la punta del iceberg- de una élite que es su propietaria y que, a través del mercado financiero, controla la totalidad del sistema socioeconómico. Una élite transnacional perfectamente organizada en círculos y niveles jerarquizados y que en su núcleo de mayor poder y autoridad procura permanecer a toda costa en el anonimato. Se trata de los actuales amos del mundo: tras largo tiempo intentándolo, ha logrado alzarse con el mando a escala mundial y global de manera omnímoda y con carácter depredador.
Extractos de la serie de Articulos «Recordando lo que Es» de Emilio Carrillo