ENFOQUE ADECUADO: SABER DÓNDE “TOCAR”
Un amigo estuvo completamente inmerso en sus negocios durante toda la semana pasada con el enfoque perdido, y sólo recuperó el mismo cuando recordó la siguiente historia:
Justamente en el momento que el gigante buque (crucero) estaba a punto de partir, cargado de pasajeros, el motor falló. El pánico se extendió rápidamente cuando varios equipos de ingenieros no pudieron reiniciar el motor y los pasajeros se volvieron cada vez más furiosos.
Un ingeniero retirado del barco, que vivía localmente, fue convocado.
Se embarcó con su pequeña bolsa de herramientas e inspeccionó el motor con mucho cuidado. Después de completar su inspección, metió la mano en su bolsa y sacó un martillo y suavemente tocó algo.
Al instante, el motor se “lanzó a la vida”. Estaba arreglado.
Una semana más tarde los propietarios recibieron una factura del viejo hombre de 10.000 euros.
«¡¿Qué?!» -exclamaron los propietarios. Casi no hizo nada. Los propietarios escribieron al viejo y le pidieron que presentara una factura detallada que debidamente hizo:
La factura decía:
– Golpear con un martillo ……. 2,00 euros
– Saber dónde tocar …….. 9.998,00 euros