DESCRIPCIÓN DE LA SHUNGITA
Se trata de un mineral carbonoso que se considera de la Nueva Era, pero que fue formado hace billones de años.
Su apariencia es similar al carbón y si se pule puede parecer turmalina negra, por ejemplo.
Relativo a su organicidad podemos decir que es el único material orgánico que aglutina todos los elementos de la tabla de Mendeleïev y tiene una súperconductividad eléctrica superior a la del oro.
Es el único mineral también que posee fulleneros, que por sus características físicas y cuánticas están en el origen de numerosos beneficios sobre toda la materia viva y son utilizados en la búsqueda de remedios para el cáncer y en la nanotecnología.
Se le da diferentes formas: pirámide, canto pulido, péndulo, placa, esfera, colgante, pulsera, colgantes para el móvil, o como mineral para decorar o llevar encima.
PROPIEDADES DE LA SHUNGITA
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Disminuye el estrés.
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Recarga energética.
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Regenera y limpia el aura.
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Alivia los dolores, de cabeza y hueso. Una de las grandes propiedades, ya que tiene un poder desbloqueante muy importante y por tanto va a movilizar o más bien trasmutar las energía acumuladas que generan dolor.
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Ataca a la fatiga.
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El agua tratada con Shungita protege de muchas enfermedades.
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Regulariza el sueño.
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Aumenta la vitalidad incluida la sexual.
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Ayuda a las funciones hepáticas o intestinales.
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Protección y eliminación de energía dañina, en forma de dolencia física, mental o emocional en cualquier ser vivo, que ya las neutraliza.
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Disuelve los pensamientos negativos y la energía negativa de los lugares.
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Ayuda a evitar las radiaciones electromagnéticas producidas por los aparatos electrónicos.
Llevar una Shungita encima nos ayuda a “reencontrar el norte”. Una de las características de este mineral es la de neutralizar la energía negativa que llega a nosotros a través de las ondas electromagnéticas de los aparatos que nos rodean, de manera que estabiliza nuestra energía corporal.
ACLARACIÓN IMPORTANTE: LA SHUNGITA NO CURA, SINO QUE REACTIVA NUESTRA PROPIA INTELIGENCIA CELULAR, POR LO QUE SOMOS NOSOTROS MISMOS LOS QUE NOS CURAMOS.
CONVENDRÁ RECURRIR A SU USO EN MOMENTOS O CONDICIONES EN LAS QUE NECESITEMOS POTENCIAR-EQUILIBRAR NUESTRAS CAPACIDADES INNATAS DE SANACIÓN-REPARACIÓN.
UNA UTILIZACIÓN CONTINUADA PUEDE CREARNOS DEPENDENCIA Y DEBILIDAD, GENERANDO NEGATIVIDAD EN NUESTRO SISTEMA ENERGÉTICO, EMOCIONAL Y MENTAL EN LUGAR DE MANIFESTAR LAS PROPIEDADES POSITIVAS.
La Shungita elige las energías que debe cambiar en el paciente y las trasmuta, activándose en función de la necesidad. Por eso se la considera una piedra inteligente, además de un agujero negro cuántico que cataliza, filtra y restituye lo que debe estar en su lugar, tanto en el plano físico como en el vibratorio o energético.
La función de la Shungita interviene en todo aquello que no funciona de forma correcta y reactiva nuestra propia inteligencia celular, activando así nuestras propias fuerzas de autosanación, para reprogramarnos celularmente y encontremos nuestro equilibrio, necesario para la salud física, mental y emocional.
La Shungita potencia la capacidad de purificar, cargar, proteger, curar, sanar y estabilizar los organismos vivos. También purifica el agua de casi todos los compuestos orgánicos (incluidos los plaguicidas), metales, bacterias y microorganismos dañinos.
Además brinda una fuerte conexión con la Tierra, por lo que ayuda a enraizar (dentro de la línea de la filosofía del Earthing).
Las propiedades únicas de la Shungita han sido reconocidas por los científicos ganadores del premio Nobel Harold Kroto, Robert Curl y Richard Smalley, que la han considerado como “una maravilla de la Naturaleza”.
Se lleva utilizando en tratamientos médicos desde principios del siglo XVIII.