HISTORIA DE LOS NÚMEROS


HISTORIA DE LOS NÚMEROS

pathya_pitagorasEl filósofo griego y místico Pitágoras (siglo VI a.c.) proclamó que  «El mundo se rige con los números“.

El descubrimiento de la relación entre el sonido (vibración) y los números se atribuye a Pitágoras. Él descubre que una octava podría expresarse numéricamente como una relación de 2 a 1, y otros intervalos musicales conocidos como la relación de 3-2 y 4-3. El hecho de que sólo los primeros cuatro números de 1-4 puede expresar estas relaciones han llevado a suponer que los cuatro primeros números eran los números básicos de todos los números. De hecho, los primeros cuatro números ascienden a 10 cuando se suman y sólo los números del 1 al 10 se consideran que tienen una gran importancia. También se constató que los cuatro primeros números eran esenciales en la construcción de objetos sólidos.

Uno: un punto; una línea de dos, que es una distancia entre dos puntos; tres un triángulo, lo que sumado a la longitud da la anchura; y cuatro una pirámide, forma el objeto solido más simple. Estas observaciones llevaron a Pitágoras y sus seguidores a la conclusión de que los números fueron las claves para entender el Universo. Sobre el principio de que las cuerdas de distinta longitud producian sonido de diferentes notas, los pitagóricos creían que cada uno de los planetas suena un nota diferente en función de su distancia del centro, y que la combinación de la sonidos forma una octava cósmica armoniosa.

Los pitagóricos creían que los números pares e impares forman pares de opuestos en el universo. Los números impares se asignaron masculino, activo, creativo; y los números pares a lo femenino, las cualidades pasivo, receptivo. Cuando un numero par se divide en dos, no queda nada más; pero un número impar dividido en dos da una parte restante, el número impar por lo tanto es considerado como más fuerte, o masculino. Otra razón para considerar un número impar como dominante es que con la suma de un numero impar siempre dar lugar a un impar.

Los pitagóricos creían que el número era la clave para las diferentes cualidades de la humanidad y la materia, que los números tienen “personalidad”. Que cada número tiene su propio significado, valores y propiedades:

  • UNO: Es el símbolo de la unidad indivisible, de la continuidad y la estabilidad; el centro cósmico e inmaterial, impar, creador, iniciador y pionero. De aquí que se asocie a lo masculino como poder generador activo e indique creación, impulso y actividad.

  • DOS: No engendra ninguna forma y de hecho tampoco es un número, sino el principio de la paridad, el símbolo de la oposición, conflicto, y reflexión. Es la dualidad como contraposición a la unidad, la pasividad como opuesta a la actividad; es el primer número par y como tal, femenino y complemento del principio generador impar y masculino, posibilitando así la continuidad y la multiplicidad. Es el punto que se desplaza dando origen a la línea, marcando su comienzo y su fin; en el tiempo y en el espacio indica el inicio de la realización, lo que en la vida indica dirección y destino y en los objetos determina la simetría, reflejo de trabajo y belleza.

  • TRES: Es el ternario en el que la tensión de los opuestos, entre par e impar, se resuelve dando origen a un nuevo impar; es el símbolo de la generación a partir de la unión entre dos complementarios, el macho y la hembra para dar origen al hijo; la espiritualidad como complemento de cuerpo y alma; es la línea que se desplaza sobre su punto de origen para dar nacimiento a la más simple de todas las figuras: el triángulo, y con él todas las figuras planas. Por ello es apto para reproducir eternamente las mismas estructuras. El tres cierra un ciclo, una primera totalidad que no es más que otro uno, otro impar en el que se iniciará el próximo ciclo; como dice Platón en el Timeo: “Es imposible combinar bien el conjunto de dos cosas sin una tercera, se necesita un lazo que las una”.

  • CUATRO: Es a la vez el segundo número par y el regreso a la unidad fundamental en un nivel superior, como lo evidencia su reducción mística en la que 1 + 2 + 3 + 4 = 10 = 1 + 0 = 1  Simboliza la potencia pro excelencia, pues en él, la unidad completa al ternario al unirse al mismo dando origen a la cruz y al cuadrado y, lo que es más importante, a las cuatro dimensiones del espacio, es decir, la determinación material y corpórea. Son los cuatro principios elementales, Fuego, Tierra, Aire y Agua, que conforman el Universo; los cuatro puntos cardinales, los cuatro pilares del Universo, las cuatro fases de la Luna y toda la infinidad de cuaternarios que sirven para definir una unidad superior. Platón decía que el ternario es el número de la idea y el cuaternario es la realización de la idea. Por esta causa, en la séptuple organización de las direcciones del espacio, el ternario se halla situado en la vertical (tres mundos o tres niveles) mientras que el cuaternario se halla dispuesto en la horizontal, en el mundo de lo manifestado.

  • CINCO: Con el cinco hace aparición una nueva dimensión: el tiempo, lo que también equivale a la animación de la materia mediante la vida al concederle continuidad y sucesión. Los griegos le llamaban el número nupcial por su posición intermedia entre los cuatro primeros y los cuatro últimos números de la década. Simboliza al hombre como entidad completa e intermediaria entre el mundo inferior y el mundo divino. Es el hombre encerrado en el pentagrama revelador de la divina proporción, con sus cuatro miembros regidos por la cabeza, y los cuatro dedos regidos por el pulgar. Pero además, por su carácter de intermediario, puede ser un número destructor de lo temporal, mutable y perecedero. Es el primer número que manifiesta todas las posibilidades del Universo, y por ello, los pitagóricos tenían como signo para reconocerse la estrella de cinco puntas. Por último, cuando se le representa mediante un cuadrado con un punto en su centro, representa la totalidad material (el cuaternario) y su esencia.

  • SEIS: Representado por la estrella de seis puntas, muestra el equilibrio entre dos triángulos enlazados y opuestos (Fuego y Agua); es por ello que se descompone como 3 + 3, como conjunción del tres consigo mismo. Es la oposición entre el Creador y su creación en un equilibrio indefinido, oposición que no implica necesariamente contradicción, pero que es fuente de todas las ambivalencias. Para los pitagóricos es el número perfecto, dado que el producto de los números que lo componen es igual a su suma:1 + 2 + 3 = 6; y 1 x 2 x 3 = 6

  • SIETE: Ya vimos al estudiar el cuatro que su vuelta a la unidad significaba la realización de la unidad del mundo. Ahora al llegar al siete, lo que se realiza es la unidad universal. Este parentesco con el cuatro, símbolo de la Tierra, hace que se le atribuyan los siete astros errantes o planetas. Cuando procede del 6 + 1 se representa por una estrella de seis puntas con un punto en su centro, es el equilibrio tendiendo a la interioridad, revelando el misterio de la circulación de las fuerzas de la naturaleza

  • OCHO: Es el primer número cúbico (aparte del 1), y en él se manifiesta el volumen. Simboliza la regeneración espiritual y la mediación entre el orden natural y el divino, por sé intermediario entre el círculo (símbolo de eternidad) y el cuadrado (símbolo de materialidad), ala vez que la estabilización en uno o en otro estado.Refleja una armonía, pero también un cambio de nivel, pues siendo un número par y pasivo, puede dividirse y subdividirse siempre en números iguales: 8 = 4 + 4 = 2 + 2 + 2 + 2 = 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1

    De aquí que otro de sus significados sea el equilibrio cósmico, de la equidad y la justicia.

  • NUEVE: En la creación, los mundos son tres: cielo, tierra e infierno, y cada mundo es simbolizado por una tríada; por ello el nueve es el número que cierra el tercer ciclo a partir de la unidad, y con ello, la creación. Perménides dice que el nueve es el número de las cosas absolutas, y en esta misma línea, debemos hacer constar que las nueve musas representaban a la totalidad de los conocimientos humanos. Además es también el número de la perfección, pues el feto humano nace al mes noveno, ya totalmente perfecto. Porfirio, en sus Eneadas (conjunto de nueve) formas por 54 tratados, dice: “he tenido la alegría de hallar el producto del número perfecto, por el nueve”. Y en esta estructura numerológica, intenta simbolizar su visión total, cósmica, humana y teológica. Después de la emanación del Uno, con el retorno al Uno se completa el ciclo del Universo

  • DIEZ: Tiene el sentido de la totalidad, de final, de retorno a la unidad finalizando el ciclo de los nueve primeros números. Para los pitagóricos es la Santa Tetraktys, el más sagrado de todos los números por simbolizar a la creación universal, fuente y raíz de la eterna naturaleza; y si todo deriva de ella, todo vuelve a ella. Es pues una imagen de la totalidad en movimiento. La Santa Tetraktys pitagórica. forma un triángulo de 10 puntos colocados en cuatro líneas, de la forma siguiente:

    pathya_tetraktys

    La Santa Tetraktys

    La Unidad: Lo Divino, origen de todas las cosas. El ser inmanifestado.

    La Díada: Desdoblamiento del punto, Origen de la pareja mascúlino-femenino. Dualismo interno de todos los seres.

    La Tríada: Los tres niveles del mundo: celeste, terrestre, infernal, y todas las trinidades.

    El Cuaternario: los cuatro elementos, tierra, aire, fuero y agua, y con ellos la multiplicidad del universo material.

    El conjunto constituye la Década, la totalidad de Universo: 4: 1 + 2 + 3 + 4 = 10 = 1 + 0 = 1

  • ONCE: Indica desorden, desorganización.

  • DOCE: Indica gobierno, perfección.

  • TRECE: Indica la rebelión, la apostasía, la deserción, la desintegración, la revolución, etc

  • DIECISIETE:. Indica una combinación de espíritu y el orden (10 +7). Otros números siguientes de la ley que regula los números más pequeños, como sus factores, sumas, productos o múltiplos.

  • etc …

Los cuatro números perfectos, 3, 7, 10 y 12 dan como resultado de su producto, el notable número 2520. Es el mínimo común múltiplo de los diez dígitos aplicables a todas las numeraciones, y puede, por tanto, ser dividida por cada uno de los nueve dígitos. (3x10x12=360) Es el número de la perfección cronológica (7×360=2520).

INICIACIÓN A LA NUMEROLOGÍA

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